Carbón / Carboneras

Igual de indispensable que la propia cachimba: el carbón

En nuestro mundillo hemos aprendido muy a las malas lo que es querer disfrutar de tu cachimba y que te falte un componente. Cuando nos falta el papel de aluminio improvisamos con el de casa o usamos kaloud y cuando nos hace falta un punzón o el tenedor, improvisamos con las manos y un palillo de dientes. Incluso cuando nos falta sabor con el que hacer nuestra cazoleta, mezclamos las melazas y restos de varios paquetes para hacernos un puchero. Pero cuando lo que echamos en falta son los carbones de cachimba, el mundo se nos hace cuesta abajo. ¿Dónde consigo a estas horas de la noche dos carbones?

Desafortunadamente, esto lo hemos sufrido más veces de lo que estaremos dispuestos a admitir, pero por esta misma razón es tan necesario no escatimar a la hora de comprar carbones. Esta es una compra vital para poder disfrutar de nuestra cachimba y es algo que eventualmente se acaba, por lo que da igual que compres uno, tres o cinco kilos, que si te gusta la cachimba te van a durar menos de lo que te esperas.

Por esta razón, en este apartado vamos a darle el valor que merecen los carbones, esos grandes olvidados que siempre sobran hasta cuándo hacen falta.

¿Con cualquier tipo de carbón basta?

Respondiendo a tu pregunta, querido amigo: sí, pero no. Toda fuente de calor es bien recibida, pero no cualquier tipo de carbón vale para usarlo en tu cachimba, y eso lo debes de tener muy en cuenta. En países del norte de África, por ejemplo, es muy normal ver que en las teterías se usa carbón vegetal de madera con tamaño y forma irregular. Esto le da mucha personalidad y es algo exótico de estos países que, a día de hoy, siguen haciendo las cachimbas de una manera más tradicional.

Sin embargo, en el resto del mundo, el mercado ha popularizado mucho los carbones de fibra de coco. Estos tienen una alta capacidad calorífica y poseen un rendimiento óptimo. Se presentan en diferentes formatos y tamaños, aunque el carbón de cachimba más popularizado actualmente son los carbones cuadrados de 26 milímetros. Por poder, podrías usar hasta carbones de barbacoa en tu cachimba, pero además de que te costaría bastante encenderlos, la ceniza y el olor que dejan nos hacen descartarlos por completo, sin mencionar el sabor que le daría a tu cachimba. Por lo tanto, sintiéndolo mucho, no, ni intentes meter carbones que no sean indicados para cachimba en tu provost a lo bruto porque no te va a servir de nada.

No tiene ningún sentido evitar los carbones de cachimba porque están diseñados precisamente para que funcionen bien y no afecten ni al sabor ni al rendimiento de tu shisha. Además, el mercado nos proporciona diferentes formatos del mismo para adaptarlos a tus gustos y necesidades. En particular, además del clásico formato cuadrado del que hablamos, también existen carbones hexagonales con forma rectangular y en tercios de disco. Estos últimos, por ejemplo, son muy cómodos para usuarios de kaloud, ya que son más fáciles de introducir en este gestor de calor que los cuadrados.

En cuanto a tamaños, aunque el formato más vendido es el de 26 milímetros, existen otras versiones de 28 e incluso de 31. Esto nos proporciona a los cachimberos una infinidad de posibilidades y combinaciones diferentes, pudiendo usar dos o tres carbones de un tamaño distinto para aportar una mayor o menor combustión.

En nuestra tienda poseemos una gran variedad de estos carbones y por ello vamos a explicarte en qué se diferencia un formato de carbón de cachimba de otro y por qué todos tienen una utilidad concreta que nos puede resultar útil.

Ahora bien, ¿cómo prendo los carbones?

De nada sirve tener cuatro kilos de carbón si no tenemos forma de encenderlos, por lo que necesitaremos un hornillo eléctrico o de gas. Algunos cachimberos nos la hemos visto y deseado para poder encender los carbones cuando no tenemos la herramienta correcta para hacerlo, teniendo que usar en ocasiones hasta una vitrocerámica o incluso, aunque suene loco, una pistola de calor (no pregunten). Por lo tanto, y con la experiencia como profesora, cualquier cachimbero te dirá que debes tener al menos uno de estos hornillos en tu mano, primero por tu comodidad y segundo por tu seguridad. En su correspondiente sección te hablaremos más en detalle sobre estos.

Lo que sí has de tener muy en cuenta es que incluso en el mayor caso de necesidad no caigas en el uso de carbones de autoencendido. Estos se utilizaban hace unos años por la ausencia de alternativas y, aunque sean muy cómodos a la hora de encenderlos, dejan un sabor horroroso en tu cachimba y no tienen nada de potencia calorífica.

Sin embargo, el mercado de carbones de cachimba cada vez se moderniza más y existen marcas que innovan y crean productos diferentes como los carbones naturales de autoencendido que te pueden salvar en alguna situación contada o, por ejemplo, los max flow, unos carbones perforados por el centro para permitir una mayor eficiencia calorífica.

No hay mejores opciones, el mejor carbón lo has de elegir tú

Con tantas marcas y existencias de carbones de cachimba diferentes en el mercado, puede ser difícil elegir. Ya no solo es el formato o el tamaño, sino que cada carbón tiene una gestión del calor y una producción de ceniza diferente dependiendo del fabricante. Al final, cada cachimbero se hace fan de una marca y, aunque lo suyo es ir variando para descubrir cómo funcionan los diferentes carbones del mercado, terminarás acostumbrándote a comprar una marca y formato específicos.

Desde 1001 Cachimbas solo te podemos animar a ir probando los diferentes carbones de cachimba que tenemos en nuestro catálogo para encontrar el tuyo propio y, sobre todo, lo más importante: guarda un par de kilitos de carbón en casa para emergencias y una cajita de 250 gramos de carbón en la mochila, lo agradecerás.