Limpiar tu cachimba regularmente es importante para mantenerla en buen estado y asegurar una experiencia de fumada óptima. Aquí te explico cómo puedes limpiarla de manera sencilla:

1. Desmonta la cachimba: Retira todas las partes desmontables de la cachimba, como el mástil, la manguera y el tubo de inmersión. Asegúrate de recordar cómo se ensamblan para facilitar el proceso de montaje después de limpiarla y ten cuidado de no perder ninguna pieza pequeña como las bolas de purga que pueden caer fácilmente.
2. Lava las piezas: Utiliza agua y un cepillo suave o esponja para limpiar cada pieza por separado. Puedes agregar un poco de detergente suave o limpiador especial para cachimbas para eliminar cualquier residuo o sabor persistente. Asegúrate de enjuagar bien todas las piezas para eliminar cualquier rastro de detergente.
3. Para limpiar la base, puedes utilizar una mezcla de agua tibia con vinagre blanco o limpiadores específicos para cachimbas. Llena el recipiente con la solución limpiadora, agítalo suavemente y déjalo en remojo durante unos minutos. Luego, enjuágalo bien con agua corriente. Para ayudarte te recomendamos los cepillos especiales para bases que se deforman y ayudan a limpiar el recipiente en su interior.
4. Puedes secar las piezas al aire o con un paño suave. Si no vas a utilizar la cachimba inmediatamente, asegúrate de que no queda agua atrapada entre las piezas que puedan deteriorar la cachimba, sobre todo si se trata de una cachimba que no es de acero inoxidable.

Recuerda que es recomendable limpiar la cachimba después de cada uso para mantenerla en condiciones óptimas. Además, evita dejarla expuesta a la intemperie o en un lugar húmedo, ya que esto puede favorecer la acumulación de suciedad y deteriorarla más rápidamente. ¡Disfruta de tu cachimba limpia y lista para usar!