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Viertes agua en la base de tu cachimba, preparas tu cazoleta con tu sabor favorito, pones el papel de plata y, cuando menos te lo esperas, te acuerdas de que no pusiste los carbones. Esto nos pasa a todos constantemente hasta que interiorizas el hacerte una cachimba como un ritual: mientras packeas tu cazoleta, se hacen los carbones.
No obstante, necesitarás un método para encender tus carbones pues eres del #TEAM1001 y usas carbones naturales en vez de los de autoencendido, pero ¿y el hornillo? El hornillo es una pieza clave para tu cachimba pues sin él no hay forma posible de encender tus carbones. En 1001 Cachimbas contamos con varios modelos de hornillos de cachimba y en distintos formatos, por lo que vamos a echar un vistazo en nuestro catálogo y así encontramos el que más se adecúa a ti y a tus necesidades.
Aunque existen muchos formatos y clases de hornillos de cachimba, nos centraremos en los dos tipos principales: el hornillo de gas y el hornillo eléctrico.
El hornillo eléctrico es el más clásico tanto para uso profesional como particular. No suelen ser muy grandes y son muy prácticos en la mayoría de situaciones. Su funcionamiento se basa en una resistencia que se calienta y prende los carbones en poco tiempo. Lo único de lo que te debes preocupar en hornillos eléctricos convencionales es en darle la vuelta a los carbones para que estos se hagan de forma uniforme. También es importante que tras cada sesión o cada cierto tiempo retires la ceniza de la resistencia, pues esta con el tiempo puede desgastar el hornillo además de ensuciar mucho la zona donde lo tengas enchufado. Además, procura mantenerlo en un lugar seco y sin humedad para evitar que se oxide.
Dentro de la categoría de hornillos eléctricos es donde más modelos diferentes se fabrican. El formato más común es el de 1000 vatios y está prácticamente estandarizado. Es el hornillo que poseen la mayoría de cachimberos y, salvando las distancias entre las distintas marcas que lo comercializan, son muy parecidos entre ellos. Su capacidad no está muy definida: en principio no deberían caber más de 8 carbones en estos hornillos, pero cuando la necesidad aprieta se hacen piruetas. Algo que te recomendamos para alargar la vida útil de estos hornillos es no colocar siempre los carbones en el mismo lugar, ya que esto puede facilitar el desgaste de una zona concreta y acabar estropeando la resistencia. Lo suyo es ir rotando y, aunque todos tenemos esa parte donde ponemos siempre los carbones, si cuidas tu hornillo este puede durarte años.
Para los casos en los que necesitas más capacidad, existen otros hornillos eléctricos que, aunque en algunos casos siguen siendo de 1000 vatios, poseen un diseño que permite colocar incluso doce carbones sin problema y vienen muy bien para negocios como caterings de cachimbas. Por otra parte, también existen en el mercado hornillos minis de 500 vatios. Estos son hornillos muy portátiles y con capacidad para cuatro carbones a lo sumo, ideales si te vas de viaje y fumas solo.
Por otra parte, está el hornillo de gas. Aunque este está indicado para usarse fuera de casa, también puede usarse en interiores. Estos hornillos funcionan con bombonas de gas y simplemente necesitas un mechero o cerillas para prender su fogón. Las únicas dos razones por las que no se suele utilizar cuando no es posible enchufar el hornillo eléctrico son simples: el gas se gasta y, además, su uso no es tan sencillo como en el caso de los hornillos eléctricos, pues se ha de vigilar más el estado de los carbones y revisar que estos se prendan uniformemente por todas las caras. Aunque su diseño no destaque más allá de la variedad de colores disponibles, poseen una parrilla desmontable que algunos utilizan para encender los carbones.
La parte positiva de estos hornillos de cachimba es su versatilidad. Si quieres, puedes usarlos allá donde vayas, puedes calentar varios carbones a la vez y el precio de las bombonas de gas es muy reducido, no llegando a los dos euros. Dependiendo de la intensidad de llama que regules, cada bombona puede durarte bastantes encendidos, por lo que es una compra segura si lo tuyo es moverte de un lado para otro.
Ambos hornillos son excelentes opciones para cada ocasión. Además, tanto en el caso de los hornillos de gas como en los eléctricos es posible regular la temperatura o la intensidad de la llama. Gracias a sus partes plásticas, el calor generado no se transmite al suelo, evitando que quemes los muebles de tu casa. Lo que sí te recomendamos es que visites nuestra sección de accesorios de cachimba porque necesitarás unas buenas pinzas para coger los carbones sin quemarte.
Independientemente de que seas más de disfrutar tu cachimba fuera o dentro de casa, es apropiado que poseas un hornillo de cada tipo para estar preparado ante cualquier situación. Un hornillo de gas no solo es útil en exteriores sino también en lugares donde no tengas acceso a la electricidad, mientras que un hornillo eléctrico también te lo puedes llevar de vacaciones si planeas usar tu cachimba en interiores. Al final, merece muchísimo la pena tener ambos modelos y no tener que depender de que tu colega traiga el suyo; no te quiero ni contar lo que sientes cuando él tampoco tiene o se le olvida…
En cualquier caso, son accesorios de cachimba baratos que no sobrepasan los veinte euros en la mayoría de sus versiones, por lo que no lo dudes más y da el paso. En nuestro catálogo contamos con varios modelos de hornillos de gas en distintos colores y bombonas de gas, así como de hornillos eléctricos. ¡Anímate y encuentra tus modelos predilectos para encender la chispa de tu cachimba en cualquier circunstancia!
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